sábado, 10 de enero de 2015

El ser diminuto

El ser diminuto. El reloj jamás parará.Habitar entre las letras. Esconderme debajo de la manecilla del horario. Mirarme las manos, contarme los dientes, taquigrafiar los susurros del viento contra el vidrio redondo. Un reloj cuelga en la pared de mi cuarto y yo descanso dentro de él. No hubo palabras, no las haré. Gritan mi nombre y yo lo siento como una ola: golpea y se va. Las horas tibias que se dilatan. Pienso: Algún día tendré que salir. Me distraigo: un comején enorme trata de entrar, perdió una alita. Regresa la ola. ¿Qué es lo fundamental?.


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