domingo, 19 de octubre de 2014

Yo I

i don't know what this is but it looks fairy tale like :)
¡Madre mía!. Me recosté sobre lo que podría decir era un leño o una viga de dos metros por cincuenta centímetros, nogal, acostada cual cristo, paralizada, y caímos, bueno la verdad nunca hubo suelo, pero parecíamos descender por un hoyo, penumbra total. Ninguna mueca en mi rostro, pienso que así se ve el dolor. Si había fondo y nos recibió como si pesáramos... la viga y yo; como si pesáramos una tonelada. El madero a tierra y de cara al cielo, cada uno de mis rizos cobró vida, retorciéndose se sembraron en aquello que podría ser césped, no brotó nada más que maleza, yo era la maleza, enmohecida. De pronto como si yo ya no fuera yo, sino una mirada cosmogònica que me veía echa hierbajos, examinaba la pútrida mueca y los ojos, el par de ojos, o bueno, sólo me fijé en un uno: dentro del iris hacia fuera el verde bosque, más al medio una cama de hojas secas y luego la pupila. La pupila se alza, es una pequeña cabecita, yo su cenital y me mira, tiene rostro y es mi propio rostro sin expresión mirándome, soy yo parada acá mismo elevando la mirada al firmamento. Yo contemplando hacia abajo, hacia arriba, dentro de mi. Arriba, abajo, dentro. Y lo único que encuentro soy yo con esta anodina cara, que ni me reconozco, tan perdida. Luego despierto, a continuación las flores que traigo a casa durante meses, geranios, claveles, girasoles, violetas, todas se disecan, se momifican, y ya nada es excelso, luego pienso: estoy invernando en la pausa, tratando de separar a dedos el silencio y la soledad, ¡qué cosa ambigua!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario