Era martes, acababa de llegar de
un viaje largo, sin embargo no tenía ganas de ir a la cama. Prendió el
televisor, en el reloj: la una de la mañana, un zapping rápido: el circo del
sol, espero que terminara para irse a acostar. Dos de la mañana: se arropó, dio
vueltas en la cama, no pudo conciliar el sueño, prendió de nuevo el televisor.
El circo del sol otra vez, era la maratón en A & E, afuera empezó a llover,
se relajó. Tres de la mañana: se sentía cansada, dio off al control. Sólo le
faltaba meter entre las sábanas su pie izquierdo y en la casa echa penumbra
total sonó el celular de su madre. Contestó, levantó a mamá rápidamente, fue a
su cuarto, se vistió con frenesí y rompió en llanto. Era martes, era octubre,
era el tercer día del mes, eran las tres de la mañana, era la primera vez que
afrontaba de cara la muerte.
viernes, 25 de julio de 2014
lunes, 7 de julio de 2014
Otro continuará...
No vine para quedarme. Debes saberlo. No, no me excuso; sencillamente sí todo en la existencia es mutable ¿por qué he de quedarme yo perenne?. No, no puedes cambiar conmigo. Tengo el tiempo suficiente, el tiempo que apenas basta para mantener...me. Sí, he venido a decirterlo, no como permiso, ni excusa, ni respeto, nada de eso, sólo te lo comento: me voy. Basta de hasta luegos. Sin retornos, sin nos. Este momento de absoluto y devastador aplomo en donde más cerca y más lejos te he tenido, es quizá donde más te he amado. (Pausa). Buenas noches Mrs. Nobody.
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